Economía regenerativa: formas organizativas que contribuyen a abordar los desafíos sociales y ambientales de nuestra época

En la clausura de la XVI edición de Consultores Solidarios de Esade Alumni nuestro compañero Lluís Marco Planells habló de las formas organizativas basadas en la autogestión, la plenitud y el propósito evolutivo como clave para aumentar la capacidad de organizaciones de todo tipo para, no sólo reducir los impactos negativos que generan en su entorno, sino de desplegar al máximo su potencial para contribuir positivamente a enfrentar los grandes retos sociales y ambientales del S.XXI.

De hecho, el acto de clausura de la edición 2022 del encuentro de Consultores Solidarios de Esade Alumni se centraba en la temática de la economía regenerativa, de la mano de varios expertos en la materia. Así, junto con nuestro compañero Lluís Marco, participaron también Roser Rullo, Maca Tampe, Daniel Whal i Alfred Vernis, como representante de la organización.

A continuación, os dejamos con un resumen de la intervención de Lluís Marco durante la jornada y, al final del texto, encontraréis también el vídeo correspondiente:

La emergencia climática que nos ocupa se está convirtiendo también en una emergencia organizativa, es decir, el conocimiento se tiene que realmente expandir. Y, para eso, es necesario articular espacios de cooperación que permitan el despliegue y la transmisión del conocimiento. Para ello, es necesario crear equipos de trabajos que son capaces de interactuar, no sólo en su vertiente profesional y especializada, sino también en su vertiente ética y humana.

Frederic Laloux ha identificado muchas organizaciones que han sabido desplegarse en esta línea y hay tres elementos que este autor identifica como claves para la construcción de organizaciones transformadoras. Son las siguientes:

  • Autogestión: Para superar las estructuras organizativas de tipo jerárquico es necesario pasar a organizaciones donde la gente pueda movilizar mucho más su conocimiento. Para eso es necesario que los equipos de trabajo sean autogestionados. Es decir, que tengan un control mucho mayor sobre sus procesos de trabajo y puedan decidir sobre los mismos. Esto implica que los espacios de decisión de la organización tienen que estar mucho más próximos al lugar donde ocurre la acción, donde existe la realidad concreta sobre la que la organización quiere actuar y sobre la que impacta.

  • Plenitud: Venimos de organizaciones donde no podemos desplegar lo que somos en realidad. Somos mucho más que nuestra profesión. Tenemos experiencias vitales que pueden resultar muy útiles para el desarrollo de las organizaciones en las que trabajamos. Procedemos de entornos asociativos, políticos, familiares y sociales que nos han dotado de múltiples conocimientos, actitudes, habilidades y, en definitiva, capacidades, que demasiadas veces pasan desapercibidas y son desaprovechadas en las organizaciones en las que trabajamos. Es precisamente esta idea de fragmentación y desconexión de la persona respecto de su entorno y de sí misma, la que Otto Scharmer – ideólogo de la Teoría U – identifica como brecha espiritual. La brecha espiritual sería el salto que existe entre lo que somos y lo que hacemos y, en definitiva, de cuántas horas al día nos pasamos trabajando de algo que no nos mueve, que no nos motiva, que no está conectado con nosotros/as. De ahí la importancia que las organizaciones devengan espacios donde poder desarrollarnos, crecer y realizarnos plenamente como personas.

  • Propósito evolutivo: En este punto tenemos que pensar en las organizaciones como seres vivos. En la naturaleza existen jerarquías, pero esas jerarquías son cambiantes y responden a las condiciones y cambios que tienen lugar en el entorno. En el caso de las organizaciones tenemos que seguir una lógica similar y dotarnos de entidades abiertas, permeables al entorno, capaces de escuchar lo que sucede en el mismo y cuál es la necesidad o la circunstancia a la que deben responder y con la que hay oportunidad para evolucionar.

Y como ejemplos de entidades que ha caminado en este sentido, nos gustaría mencionar tanto l’Associació Alba como la Fundació el Maresme, organizaciones que atienden a personas con discapacidad en el territorio de Catalunya y que han trabajado junto a Hobest para conseguir transformar su organización hacia modelos mucho más capaces a la hora de gestionar la complejidad que vivimos a día de hoy.

Podéis ver la intervención completa de Lluís Marco en el siguiente vídeo:

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