Entrevistadora: Leire Ugalde Lujambio, profesora e investigadora
ENTREVISTA en la Revista HONDARRIBIA
Entrevistada: Maite Darceles Tife, consultora y escritora
Antes que nada, ¿te presentarías?
Soy una mujer de Hondarribia, ahora vivo con un pie en Barcelona y el otro aquí (Hondarribia). Tengo 54 años, soy madre, hago un gran esfuerzo por comprender el mundo, pero más que entenderlo, me interesa explorar las grietas que pueden llevarnos hacia “el mundo que llevamos en nuestros corazones”. Lo hago sobre todo en la práctica, trabajando con organizaciones y equipos, ayudando a mejorar.
Te dedicas a la consultoría para empresas. ¿Podrías explicar cuál es tu labor y el objetivo de tu trabajo?
Llevo diecisiete años inmersa en el mundo de la consultoría. Antes trabajé casi quince años en el ámbito pesquero, en la Asociación de Armadores de Bajura de Gipuzkoa (GARELA), como secretaria ejecutiva y gerente. Aprendí mucho y aprecio mucho a los pescadores, aunque en esta nueva etapa me he alejado por completo de ese mundo. Ahora soy consultora. Intentaré explicar lo que hago. Se habla mucho de colaboración, implicación, motivación, autonomía. Se usa la metáfora de estar en el mismo barco y remar en la misma dirección. Se habla mucho de comunicación, coordinación, buena gestión. Pero se habla menos de las condiciones necesarias para que todo eso pueda llevarse a cabo con una base sólida. Y eso es lo que hago: acompañar a organizaciones o equipos para lograrlo, para avanzar en la construcción colectiva. Debemos beber mucho de las ideas del feminismo.
¿Qué dirías que puede aportar esta forma diferente de desarrollar empresas u organizaciones?
Trabajo con mucha gente. Piensa que en mi trabajo es habitual estar en 5 o 6 proyectos (es decir, empresas u organizaciones) a la vez y cada uno puede durar unos 4 o 5 meses. Y en cada uno suelo trabajar con unas diez personas. Haz las cuentas. Y normalmente tratamos temas que son muy estratégicos para las personas, el núcleo de su trabajo, las preocupaciones que tienen sobre su trabajo. Es decir, mi trabajo me da la oportunidad de conocer a las personas desde dentro. Y eso me da mucha esperanza, porque lo que se genera al trabajar así con la gente es muy potente. La gente me da esperanza cada día. Hay muy buena gente en todas partes. Lo que hay que cambiar son las dinámicas, los sistemas, los procedimientos, las inercias. Mi trabajo ayuda a eso.
Llevas muchos años trabajando en consultoría. Teniendo en cuenta esa experiencia, ¿cuáles son tus sueños o retos para el futuro?
Por un lado, me gustaría encontrar formas más fáciles de dar a conocer mi trabajo. Cuando me incorporo a un proyecto y empiezo a trabajar con los equipos, todo es “fácil”, pero me resulta difícil el proceso de difusión. Relacionado con esto, o además de esto, tengo el sueño de teorizar desde la práctica. Mira, hace poco la UPV/EHU creó una nueva aula EESi y en una charla que dio la economista feminista Amaia Pérez Orozco, subrayó la necesidad de unir teoría y práctica para generar conocimiento. Me gustaría aportar ahí. Teorizar desde la práctica, trabajar cómo se unen teoría y práctica, generar teorías que se alimenten de las prácticas…
En los últimos años nos hemos encontrado en el grupo Pensamiento Feminista.
Personal y profesionalmente, el feminismo es una fuente constante de inspiración. Y valoro mucho que se haya creado este grupo. Lo necesitábamos.
También coincidimos en el grupo “Irakurle Porrokatuak” (“Lectores Empedernidos”), que debate libros de literatura vasca. ¿Cómo llegaste a ser una “lectora empedernida” y qué te gusta leer?
No sé si soy una lectora empedernida; leo de todo, sobre todo ensayo. Me interesan las obras con una mirada feminista, tanto en ficción como en textos de reflexión o investigación. Iniciamos el grupo de lectura entre madres, padres y profesorado del Instituto Talaia, y más adelante, el pequeño grupo que siguió nos autodenominamos así, en broma. Lo pasamos bien compartiendo nuestras lecturas y aprendemos mucho.
También eres escritora. Has escrito ensayo, novela y relatos cortos. ¿Cómo diste el paso de escribir un libro?
Mi primer libro, un ensayo, surgió a partir de una propuesta para realizar un trabajo de campo. El objetivo era hacer un informe, no un libro. Pero sentí que tenía material suficiente para un libro, y las personas de la Diputación de Bizkaia que me hicieron el encargo apoyaron completamente la idea al ver el contenido. El segundo paso, escribir una novela −Bihotzean daramagun mundua (El mundo que llevamos en nuestros corazones)−, fue un modo de dar forma a algo que no conseguía concretar desde el ensayo.
A veces consideramos como opuestas combinaciones como economía vs. literatura, ciencias vs. letras. ¿Están tan alejadas la Maite economista y la Maite escritora?
En absoluto. No podrían estar más cerca. Defiendo que la economía debe responder a nuestras necesidades y necesitamos nuevos relatos. Mira a dónde nos han traído los relatos actuales de la economía: todos sabemos que no estamos haciendo las cosas bien.
Te oí decir una vez que alguien se sorprendió al leer tu libro porque no coincidía con la imagen que tenía de ti. ¿Hasta qué punto es la literatura para ti un espacio para escapar de los límites de la vida cotidiana?
Me han dicho que soy como una caja de sorpresas (jaja). Será la sorpresa de descubrir facetas que no han visto en mí. Para mí, escribir no es una evasión. Es una forma de ordenar ideas. Cuando no entiendo algo y estoy confusa, escribo; a menudo no es fácil, pero me ayuda a aclarar el pensamiento. Y me sirve con todo tipo de escritura: ficción, artículos, ensayo, incluso en aportaciones a clientes. Escribir es una herramienta para pensar, y muy potente, además. Esa potencia se incrementa cuando puede compartirse con otras personas.
En entrevistas anteriores se han hecho preguntas absurdas o se han pedido recomendaciones. Yo te pediré una recomendación: una canción y un lugar para escucharla.
Voy a proponer más. “Neurean / La meva llengua” de Izaro y Judit Neddermann, “Libre” de Izaro, y “Venus as a boy” de Björk. En un lugar adecuado para bailar con alguien.
¿A quién entrevistarás para el próximo número y por qué? A Arantxa Urretabizkaia. Cuando tenía en mente escribir una novela, me reuní con ella y me dijo que la mirada de cada una es irreemplazable, que, si no lo escribimos nosotras, lo que escribiríamos se quedará sin escribir. Que debemos darnos permiso para escribir, especialmente las mujeres. Fue un impulso importante para escribir Bihotzean daramagun mundua (El mundo que llevamos en nuestros corazones).